Así, México recibió con los brazos abiertos a 15 selecciones que serían distribuidas en cinco sedes: El Distrito Federal, Puebla, Toluca, Guadalajara y León. De esos 15 representativos, tres eran bicampeones y buscaban su tercera Copa Mundial: Uruguay (1930-1950), Italia (1934-1938) y Brasil (1958-1966). El resto de los seleccionados eran: Suecia, Israel, la Unión Soviética, El Salvador, Bélgica, Alemania, Marruecos, Inglaterra, Perú, Bulgaria, Rumania, Checoslovaquia y el país anfitrión, México.
El Brasil que desde el comienzo mostró un fútbol alegre, habilidoso y elegante pero también contundente en el momento de definir. A ese Brasil lo acompañaron los campeones mundiales de entonces, los ingleses, gracias a sendos triunfos frente a Rumania y Checoslovaquia por la mínima diferencia de 1-0. En León, Perú, que en las eliminatorias mundialistas había dejado fuera a Argentina, pasó a la próxima ronda con un triunfo frente a Bulgaria de 3-2, y otro frente a Marruecos de 3-0, más una derrota por 3-1 contra Alemania Occidental. Ese equipo peruano fue uno de los mejores de todas las épocas, con De la Torre, Chumpitaz, Mifflin, Challe, Sotil, León, Cubillas y Cacho Ramírez. Los germanos acompañaron al representativo andino a los cuartos de final al golear 5-2 a Bulgaria, 3-1 a Perú y 2-1 a Marruecos. Pero a pesar de una primera ronda emocionante y con excelentes partidos, lo mejor vendría a partir de los cuartos de final. La selección anfitriona cayó categóricamente 4-1 contra Italia, la escuadra azurri que con más amor propio que fútbol iba encaminándose a las semifinales.
Alemania Occidental, en vibrante encuentro venció a Inglaterra por 3-2. Brasil se hizo cargo de los peruanos 4-2 y Uruguay, con un gol de antología de Espárrago en tiempo extra, eliminó a la Unión Soviética 1-0. Semifinales y final para la historia Las semifinales fueron netamente continentales. En lo que fue considerado el mejor partido del Mundial y posiblemente uno de los mejores de la historia, Italia doblegó a Alemania Occidental 4-3 en tiempos extra. La Italia de Albertossi, Burgnich, Bertini, Fachetti, Domenghini, Mazzola, Rivera y Luigi Riva contra la Alemania de Maier, Schnellinger, Vogts, Beckenbauer, Overath, Séller, Muller y Libuda. Fue un partido de ida y vuelta, sin respiro.
Hasta ese momento Brasil venía haciendo todo bien. El técnico era Mario Lobo Zagallo y el plantel lo formaba: Félix en la portería, Carlos Alberto, Everaldo, Piazza y Brito en la defensa. Gerson, Pelé y Rivelino en el mediocampo y Tostao y Jairzinho en el sector de ataque. ¿Se podía acaso pedir algo más ?En lo que fue considerado el mejor partido del Mundial y posiblemente uno de los mejores de la historia, Italia doblegó a Alemania Occidental 4-3 en tiempos extra. La final en el Azteca el 21 de junio de 1970 con el arbitraje de Rudolph Glockner, de Alemania Oriental, la ganó 4-1 con goles de Pelé, Gerson, Jairzinho y Carlos Alberto, ante una selección azurri que en los últimos minutos no pudo resistir el aluvión brasileño. Fue la despedida de Pelé a nivel selección y la obtención de por vida de la Copa Jules Rimet para Brasil al haberla conquistado en tres oportunidades. A Italia le quedó el consuelo de perder ante un grande de verdad. Por el tercer puesto Alemania Occidental venció 1-0 a Uruguay con gol de Overath.
México 70 Parte 1
México 70 Parte 2
